lunes, 26 de agosto de 2013

Rolea tu trasfondo

“…Y el cantaba con su voz ronca de marino, formada por los fríos, las nieblas, el alcohol y el humo de la pipa.” -  Yurrumendi (Las inquietudes de Shanti Andía) Pío Baroja
Derechos de la Imagen: (c) 88grzes 
Tu personaje no existe más allá de lo que muestres de él, es decir: por muchas páginas de trasfondo que hayas escrito, si no interpretas lo que has diseñado es como si no existiera. Pongamos un ejemplo: si tu personaje es un habilidoso sastre, no es mala idea delante de los otros personajes ofrecerle arreglarle la ropa a un compañero tras un combate, o si le gusta tocar la guitarra hacerlo en una posada para ganarse unas monedas.

Esto es válido hasta en los casos más extremos: si tu personaje es un elfo salvaje que odia los destrozos de la civilización, es más productivo para el rol que uses las interacciones sociales para luchar por su causa que sentarse callado en un árbol.

Un trasfondo sólo existe a través de las acciones del personaje: el resto de jugadores no tienen por qué leerse lo que hayas escrito sobre ellos y tus compañeros no pueden leer la mente. Muestra los talentos, rasgos, debilidades y conexiones de tus personajes, aprovechando cada oportunidad, ... sin tener que decir fuera de rol a la mesa lo que es.
(Basado en 11 Ways to be a better roleplayer, Look Robot)

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